El teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado (FGE), Diego Villafañe, ha negado en el Tribunal Supremo (TS) que filtrara la denuncia presentada por el Ministerio Público contra Alberto González Amador, el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por presuntos delitos fiscales, si bien ha lamentado la imagen de quiebra de seguridad en el seno del Ministerio Fiscal que está proyectando este caso.
Villafañe, que ha declarado durante unos 30 minutos, ha sido el último de los tres imputados en comparecer ante el instructor del caso, Ángel Hurtado. La semana pasada ya lo hicieron el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, investigados por un presunto delito de revelación de secretos contra González Amador, que negaron igualmente.
El magistrado les investiga por, supuestamente, haber filtrado la denuncia y el correo electrónico del 2 de febrero de 2024 donde la defensa de González Amador se ofrecía a reconocer dos delitos fiscales a cambio de llegar a un acuerdo; y por la nota de prensa emitida el 14 de marzo por la Fiscalía con datos personales del novio de Díaz Ayuso para desmentir la noticia publicada por ‘El Mundo’ la noche del 13 de marzo, donde se decía que fue el Ministerio Público quien buscó el pacto.
Hurtado imputó a Villafañe al considerar que tuvo «un papel de relevancia», «si se quiere menor», en la filtración al ponerse en contacto –como teniente fiscal de la Secretaría Técnica y «persona de confianza» de García Ortiz– con Rodríguez, a quien el 7 de marzo pidió que le remitiera la denuncia, el expediente administrativo y demás documentación relativa a González Amador, que acabaría publicándose en ‘eldiario.es’ el día 12 de marzo.
Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, Villafañe ha negado cualquier filtración, al tiempo que ha recalcado que más de 500 personas tuvieron acceso a la denuncia y al expediente de González Amador solo en Fiscalía, sin contar con los juzgados, Hacienda y el entorno de la defensa. En concreto, ha detallado que 26 personas tuvieron acceso al correo electrónico en la Secretaría Técnica.
En este punto, ha hecho hincapié en que nunca sospechó que la filtración pudiera venir de la Fiscalía, recordando que siempre ha habido filtraciones sobre causas judiciales de todo tipo. No obstante, ha lamentado lo ocurrido porque –ha comentado– da la sensación de que se ha producido una quiebra de seguridad en el Ministerio Público.
Hurtado le ha preguntado en particular por el mensaje donde Rodríguez escribió: «El jueves Diego me pidió las diligencias y le mandé tooooodo (…) Imagino que después de analizarlas, es cuando se ha dado publicidad por FGE». Villafañe lo ha tachado de fue poco reflexivo.
A petición del fiscal general
El fiscal ha contado que se interesó por el asunto de González Amador porque el propio García Ortiz le pidió que lo hiciera, después de que la responsable de prensa de la FGE le dijera al jefe del Ministerio Público que un periodista la había llamado preguntando por una denuncia contra el empresario, poniéndoles así sobre la pista.
No obstante, ha subrayado que actuó en todo momento en base a la dación de cuentas del artículo 25 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal (EOMF), el cual establece que «los miembros del Ministerio Fiscal pondrán en conocimiento del fiscal general del Estado los hechos relativos a su misión que por su importancia o trascendencia deba conocer».
Al hilo, ha explicado que suele ocuparse de las daciones de cuenta porque así lo ha decidido su jefa, Ana Isabel García León. De hecho, ha aportado un listado detallado de las 215 daciones de cuenta (de más de 300) que gestionó personalmente en 2024, entre ellas la de la Fiscalía de Madrid, que en ese ‘email’ del 7 de marzo informó a la FGE del caso de González Amador.
El magistrado se ha interesado, en concreto, por los mensajes de WhatsApp que se intercambió con Rodríguez el 8 de marzo, un día después de recibir la documentación sobre González Amador. Sobre esto, Villafañe ha relatado que había un informe de la Agencia Tributaria que estaba incompleto y que era clave para valorar la prueba en la que se asentaba la denuncia, motivo por el cual volvió a requerirlo.
Hurtado se ha detenido en la noche del 13 de marzo, en el frenético intercambio de llamadas y mensajes entre García Ortiz, Rodríguez, Lastra y Salto, entre otros, para averiguar quién había ofrecido el pacto a quién. Las comunicaciones se centraron en conseguir que Salto –que estuvo un tiempo ilocalizable porque estaba en un partido de fútbol– remitiera a la FGE la cadena completa de ‘emails’ con la defensa de González Amador, que llegó al fiscal general a las 21:59 horas.
Villafañe ha expuesto que, tras conocerse la noticia de ‘El Mundo’ (que se publicó a las 21:29), recibió una llamada de García Ortiz para preguntarle sobre la negociación relativa a González Amador, a lo que –ha asegurado– contestó que no sabía nada. De hecho, ha afirmado que no llegó a tener acceso al hilo de ‘emails’. Y esa fue toda su intervención esa noche, ha aseverado.
El juez descarta requisarle el móvil
En cuanto a la nota de prensa, el ‘número tres’ de Fortuny ha manifestado que la conoció el mismo 14 de marzo por la mañana, cuando llegó al trabajo.
En todo caso, ha puesto de relieve, como ya hicieran García Ortiz y Rodríguez en sus respectivas comparecencias, que entre ellos y Lastra hay una enemistad manifiesta que tiene que ver con animadversiones profesionales en las que no ha querido entrar.
Las fuentes consultadas indican que Villafañe solo ha contestado al instructor y a su defensa. Si bien se ha mostrado dispuesto a responder también a las preguntas que pudiera hacerle la fiscal del caso, María Ángeles Sánchez Conde, ésta ha rehusado interrogarle, insistiendo en que no intervendría porque considera que la causa es nula.
Además, aunque la acusación particular que ejerce el abogado de González Amador ha reclamado a Hurtado que requisara el teléfono móvil de Villafañe para verificar su versión, el magistrado lo ha descartado.