Torremolinos vive ya con intensidad los prolegómenos de la Nochebuena y la Navidad, cumpliendo además con algunas de las tradiciones más ancestrales, como la exhibición del Belén o, más tardía, la incorporación a estas fiestas del entrañable abeto navideño.
Muchos son ya los vecinos y turistas que no quieren dejar pasar la ocasión de visitar el precioso Belén Municipal, en el que un grupo de amantes de esta recreación del Nacimiento de Jesús han dado lo mejor de sí para levantar una muestra tan bella como singular de lo que representa esta tradición.
A ella, además, se ha sumado también este año el buen trabajo de las crocheteras del municipio, cuyo colectivo ha realizado un espléndido trabajo pletórico de arte y buen gusto en la decoración del obligado árbol de Navidad, en esta ocasión creados sobre un fondo verde de croché y más de 170 flores de pascuero de colores blanco y rojo, elaboradas también con la misma técnica.
El acto inaugural, tanto del Belén como de ese singular abeto “de croché”, contó además con el atractivo añadido de la participación de los coros joven y adulto de la Escuela de Música, así como del Coro de San Miguel y la Pastoral de Torremolinos, que pusieron también su brillantez a la hora de incluir en la velada la imprescindible musicalidad propia de las fechas.
Son, en fin, algunos de los referentes de unas fiestas que ya sumergen al municipio en una frenética actividad lúdica y de ocio, para que tanto vecinos como visitantes podamos vivir la Navidad y el Fin de Año con alegría y multitud de opciones.
