El ‘president’ de la Generalitat, Carlos Mazón, ha reiterado que durante la DANA del 29 de octubre hubo un «apagón informativo» por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) respecto a la crecida del barranco del Poyo, mientras ha remarcado que el organismo estatal sí informó sobre la situación de la presa de Forata y «por ese motivo y no otro» se envió la alerta masiva a la población a las 20.11 horas de ese día.
Además, ha querido dejar claro que cuando llegó esa tarde al Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), tras un trayecto en coche que «no fue fácil» por la situación del tráfico, «no fue necesario que nadie» le pusiera al corriente de la situación y no retrasó «ni un segundo las tareas que se llevaron a cabo».
Así lo ha recalcado durante su comparecencia en Les Corts para explicar la gestión de la DANA que ha arrasado el interior de la provincia de Valencia, con un balance de 216 fallecidos por el momento.
A lo largo de su discurso, Mazón ha insistido en sus críticas a la falta de avisos por parte de la CHJ sobre la situación del barranco del Poyo, con según él un «apagón informativo» durante dos horas y media al respecto entre las 16.13 y las 18.43 horas de ese día.
«Nadie dijo nada», ha dicho, y ha reprochado a la CHJ que a pesar de estar «presente en el CECOPI» comunicara la crecida de este barranco mediante «un simple correo entre los más de 130 que envió ese día» en lugar de realizar «una llamada o un aviso».
En concreto, ha diferenciado entre la «información precisa» que la CHJ facilitó sobre la crecida del río Magro y la presa de Forata de la que transmitió sobre «el descomunal aumento del barranco del Poyo, que fue el causante de los peores estragos en la ‘zona cero’.
Información «tardía»
De acuerdo a su relato, la información sobre ese barranco fue «fragmentada, inexacta y tardía». En primer lugar, ha indicado que la CHJ avisó sobre las 11 horas que el caudal tenía una tendencia ascendente, tras lo que «el 112 envió una alerta hidrológica avisando a todos los municipios que discurren por el barranco e instando a tomar medidas preventivas».
«Sin embargo, a partir de ese momento se envían desde la CHJ tres correos que indican de forma consecutiva un descenso en los caudales del barranco del Poyo», ha remarcado, y ha asegurado que se produjeron hacia mediodía, sobre las 15 horas y a las 17.13.
Aun así, ha defendido que Emergencias no desactivó la alerta hidrológica desde las 12.20 horas. «De la situación del barranco del Poyo, el CECOPI ya no recibió más información de la CHJ hasta las 18.43, dos horas y media después del anterior correo y una hora y tres cuartos después de constituirse el CECOPI», ha subrayado.
Fue a esa hora cuando, según Mazón, la CHJ comunicó a Emergencias que el caudal del Poyo era de 1.686 m3/s, «sin avisar de riesgo de desbordamiento». Además, ha acusado al organismo de no comunicar y de quitar de su web la información de que el caudal era de 1.938 m3/s a las 17 horas y de 1.725 m3/s una hora más tarde.
Por tanto, ha denunciado que «la CHJ volvió a referirse al barranco del Poyo cuando el caudal ya se ha disparado», en un momento en el que «en Paiporta la rambla ya se había desbordado y la Policía Local recorría las calles avisando para que la gente se refugie», y posteriormente «no consta ninguna comunicación más» mientras «la última medición a las 20 horas era de 2.282 m3/s».
Todo ello cuando ha hecho hincapié en que «la CHJ está obligada a facilitar sobre el posible desbordamiento de cuencas», como «establece de forma taxativa el plan especial de riesgo de inundaciones de la Generalitat» en caso de que se superen los 150 m3/s.
Río Magro
En cuanto a la crecida del río Magro, Mazón ha explicado que a las 11.38 horas fue cuando la CHJ informó que su caudal llegaba a 350 m3/s, «sin advertir de riesgo de desbordamiento», y unos minutos después se emitió un aviso de especial alerta a los municipios de la zona para tomar medidas preventivas.
Según ha expuesto, ante la evolución de este río, la Conselleria de Interior convocó a las 15 horas el CECOPI y lo constituyó a las 17 horas, al igual que el puesto de mando en Paiporta. A las 18.55, ha apuntado, la CHJ avisó que la presa de Forata vertía más de 600 m3/s, tras lo que «a las 19.45 horas informó al CECOPI de que es posible que empeore».
«Ese es el motivo, y no otro, por el que el CECOPI considera enviar el sistema de alertas ES-alert, una herramienta que no se ha utilizado antes en la Comunitat Valenciana y que no está prevista en planes y protocolos, pero se puede considerar ante la gravedad de la situación», ha recalcado, y ha advertido que «si la presa hubiera colapsado las consecuencias serían inimaginables».
Ha añadido que el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, comunicó a las 20 horas «desde Colombia» que no se podía garantizar que la presa fuera a resistir. Y en ese momento, ante el «riesgo real de inminente ruptura», fue cuando a las 20.11 se envió la alerta móvil a la población.
«Fue una decisión acertada de la dirección de Emergencias y de todo el CECOPI y un ejemplo de que sí funcionó la coordinación entre administraciones», ha aseverado, tras lo que ha añadido que «la única normativa sectorial que contempla avisos masivos es por accidentes de industrias químicas y por rotura de presas».
Posteriormente, ha explicado, a las 21.01 horas se envió una segunda alerta a los vecinos de las comarcas afectadas. Fue por aquel momento cuando, según Mazón, contactó con la vicepresidenta Mª Jesús Montero para pedirle que alertara de la necesidad de más efectivos a los ministros de Interior y Defensa, a lo que ella «respondía que los tenía con ella y les transmitía este mensaje».
Media hora después, de acuerdo a su versión, la CHJ informó que la presa de Forata ha resistido y que el caudal del Magro se está laminando gracias al desagüe y «ya no hay riesgo de rotura».
En general, Mazón ha querido dejar claro que el 29 de octubre mantuvo su agenda de ‘president’ «plenamente consciente de la situación» meteorológica, en base a la información facilitada por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en los días anteriores y horas previas.
Ha destacado que la consellera Salomé Pradas estaba en contacto con Delegación de Gobierno y que «los recursos estaban en prealerta» y «la gestión se estaba desarrollando como en ocasiones anteriores».
«Cuando fui advertido de que la situación de la presa de Forata se agravaba me desplacé hasta el CECOPI. No fue un viaje fácil porque había gran densidad de tráfico y un largo trayecto hasta L’Eliana (al Centro de Coordinación de Emergencia). No fue necesario que nadie me pusiera al día y no retrasé ni un segundo las tareas que se llevaron a cabo», ha enfatizado, sin hacer alusión a la comida que compartió ese día con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle la dirección de À Punt como informaron la semana pasada fuentes de Presidencia.
AEMET
Sobre los avisos de la AEMET, el jefe del Consell ha indicado variaron durante esa mañana y por eso tanto él como la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, dijeron en sendas comparecencias ese día que las lluvias se desplazaban al norte y la alerta era hasta las seis de la tarde.
Mazón ha reprochado a Delegación que «ningún responsable de Emergencias» fuera convocado, según él, a la reunión que tuvo lugar a las 9.30 horas de ese día con representantes de varios organismos, en la que «no consta que se decretara el cierre de carreteras o líneas férreas a pesar de que ya se habían producido incidentes en la AP-7 y cortes en Cercanías».