Comisario mossos

Los Mossos preveían detener a Puigdemont tras su discurso

Los Mossos d’Esquadra preveían detener este jueves a Carles Puigdemont tras su discurso y en un punto del parque que da aceso al Parlamento catalán, pero el líder de Junts, tras su mitin, fue protegido por «una masa de personas que configuraron un muro» y se desvaneció, ataviado con sobrero de paja, junto al secretario general del partido, Jordi Turull, para subirse a un coche y huir.

«Fueron a una carpa en la que se pusieron un sombrero, se subieron a un vehículo y se fueron del lugar», según ha explicado el comisario jefe de Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, en una rueda de prensa este viernes, en la que han comparecido el conseller Joan Ignasi Elena y el director general de la Policía, Pere Ferrer.

Sallent, ha resaltado que el dispositivo del jueves perseguía varios objetivos y que el principal, que era el de garantizar la celebración del pleno en el que estaba previsto que se invistiese a Salvador Illa (PSC) como presidente de la Generalitat, se cumplió.

En este sentido, habían previsto que un grupo de manifestantes «intentara violentar los accesos de la propia Ciutadella y del Parlament de Catalunya» que, en sus palabras, actuaron con presión y violencia sobre los agentes, que se vieron obligados a actuar con gas pimienta para garantizar que el pleno se desarrollara con normalidad.

Explicaciones Llarena

El segundo objetivo, ha reconocido, era la detención de Puigdemont, que tiene una orden de detención vigente del Tribunal Supremo, un hecho que no se cumplió y sobre el que darán las explicaciones pertinentes al magistrado Pablo Llarena, que este viernes ha solicitado al Ministerio de Interior y a la cúpula del cuerpo catalán un informe sobre los detalles del dispositivo.

El comisario jefe ha reconocido, en sus palabras, que no vieron venir la actuación del expresidente de la Generalitat, que tras menos de 4 minutos de discurso, abandonó el escenario rápidamente acompañado por su abogado, Gonzalo Boye, y por Jordi Turull.

En ese momento, ha añadido, los efectivos de la Comisaría General de Información intentaron aproximarse a él, «impidiendo este objetivo una masa de personas que configuraron un muro».

Se colocó un sombrero

Los hechos, han expresado, sucedieron con gran rapidez y, tras acceder a una carpa, Puigdemont y Turull salieron ataviados con un sombrero, un elemento para discriminar a quienes podían estar en el backstage y quien no, y que ellos usaron para pasar desapercibidos.

Después, se fueron en un vehículo que se perdió en la calle Circunvalación de Barcelona tras una breve persecución: el dispositivo contaba con drones aunque, en sus palabras, colocados con mejor o peor acierto.

El coche se escabulló cuando estaban a pocos metros de él, por culpa de un cambio en un semáforo, ha explicado Sallent, lo que motivó la activación del ‘dispositivo Gàbia’, primero en Barcelona y después con controles en toda Catalunya que se interrumpió pasadas las 13.00 porque coarta la movilidad de la ciudadanía.

Sobre las personas que presuntamente ayudaron a Puigdemont a huir, Sallent ha precisado que los instructores de los atestados determinarán si tienen algún tipo de responsabilidad penal.

Sallent ha dicho que no confían en la palabra del entorno de Puigdemont, en relación a las informaciones que apuntan que habría abandonado el país.

Sin embargo, la Comisaría de Información estaba convencida de que había una «voluntad real» del expresident de participar en el pleno o, al menos de intentar llegar al Parlament, y que trabajó sobre este escenario, aunque se barajó la posibilidad de que intentara huir, pero que no se sustentó.

No lo valoraron, según él, porque la aparición de Puigdemont «se parece más a lo que hace el señor Jimmy Jump –un conocido espontáneo de diversos eventos– que no a un regreso de un expresidente, que es la de asistir con toda la dignidad que se le supone a un presidente de la Generalitat» y niega que hayan sido los Mossos quienes hayan hechos el ridículo y ha defendido que el cuerpo estuvo a la altura.

El jefe del cuerpo también ha dicho que no se detuvo a Puigdemont antes de su discurso porque lo que les parecía más adecuado era realizar su arresto en otro punto, en el recinto de la Ciutadella donde está situada la sede del Parlament, pues había grupos entre los manifestantes que tuvieron un comportamiento violento con la policía y querían evitar altercados.

También ha expresado que no se pactó nunca su detención: «Nosotros no esperábamos que se entregase», ha dicho Sallent, que ha añadido que se habían planteado varios escenarios, como que intentara entrar a la fuerza al parque para llegar hasta el Parlament.

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