Paralelamente al proyecto de remodelación de la plaza de La Nogalera, ya definido técnica y estéticamente, hay en el horizonte un segundo proyecto que, como el anterior, está destinado a contribuir decisivamente a convertir el centro urbano de Torremolinos en un enclave más amable para los vecinos, además de más moderno y sostenible.
El tiempo, lógicamente, irá definiendo cada detalle de este segundo gran espacio urbano destinado a tratar de consolidar el nuevo modelo de ciudad que quiere dibujar para el futuro la actual alcaldesa, Margarita del Cid, y todo su equipo de gobierno.
Por el momento, faltan aún muchos detalles por concretar de cara a la transformación profunda de la hoy desangelada, casi desértica, plaza Adolfo Suárez. Lo que sí parece ya claro es que la idea central es convertir ese enclave en un lugar mucho más habitable, para lo cual, como también ocurrirá en La Nogalera, la dotación de áreas de sombra se antoja imprescindible.
A ello, además, se une, como parece previsto, la colocación de elementos bioclimáticos capaces de acondicionar esta zona mediante una regulación térmica del espacio, lo que sin duda se traduciría en un motivo prioritario para la atracción ciudadana y el disfrute efectivo del lugar.
Lógicamente, el Ayuntamiento no podría afrontar proyectos de esta naturaleza si los mismos no vienen avalados o soportados en sus respectivos presupuestos, al menos parcialmente, por otras administraciones. Es por ello que, en el caso de la Plaza Adolfo Suárez, su proyecto de remodelación en estudio será posible gracias a la Junta de Andalucía, que ha dispuesto subvenciones a los municipios para este tipo de proyectos en el marco del “Plan PIMA Cambio Climático”.
Los trámites para hacer realidad este proyecto siguen su curso.
En este sentido, ya es conocida la licitación para la adquisición de ocho grandes pérgolas bioclimáticas que, sin duda, van a marcar el, perfil de este espacio público de cara al futuro, tanto en lo estético como en lo funcional.
Además, las primeras informaciones apuntan también a la instalación de dos grandes velas para obtener el mayor espacio posible de sombra, un material que en conjunto salió a licitación por 215.000 euros, quedando cerrado el plazo de ofertas a principios de este mismo mes de mayo.
Según los detalles que se conocen del pliego de condiciones de esta actuación, la futura configuración de la plaza se basa sobre todo en la instalación de las referidas pérgolas bioclimáticas mecanizadas automatizadas para, junto a los grandes velamenes, crear grandes zonas sombreadas, lo que sin duda será determinante para que la plaza empiece a registrar la deseada afluencia de ciudadanos durante buena parte del día, frente a la actualidad, cuando registra mínima presencia de vecinos, sobre todo en las épocas del año en las que más aprieta el calor.
En definitiva, la ejecución de este proyecto supondría el cumplimiento de un compromiso adquirido en su momento, concretamente en 2022, por la entonces candidata a la Alcaldía del Partido Popular (PP), Margarita del Cid, quien destacó en su momento que la remodelación planteada deberá tener una influencia muy positiva en la zona en materia de seguridad y de fomento de la convivencia, estando previsto por tanto que, en la “nueva” Plaza de Adolfo Suárez quede también reforzada la presencia policial de forma permanente.
La intensa gestión llevada a cabo desde el Ayuntamiento en el último año ha permitido la captación de recursos, entre otros proyectos, para el que nos ocupa, de tal manera que la propia alcaldesa, junto a los ediles de Medio Ambiente, Ramón Alcaide, y de Regeneración Urbana, Marina Vázquez, se desplazaron el pasado febrero a la Consejería de Sostenibilidad de la Junta de Andalucía en Sevilla, donde tuvo lugar la entrega de las subvenciones en desarrollo del Plan de Impulso al Medio Ambiente Cambio Climático (PIMA Cambio Climático), entre las que se encontraban los 193.500 euros destinados a Torremolinos.
Ante el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, y el viceconsejero del ramo, Sergio Arjona, entre otros responsables de la Consejería, la alcaldesa de Torremolinos recordó la aprobación, en 2022, del “Plan Municipal Contra el Cambio Climático”, con el que se trataba de “incorporar a la gestión municipal criterios de sostenibilidad, reducción de emisiones y, lo que es más importante, mejorar la habitabilidad” y, entre otras consideraciones, explicaba que “en el caso de Torremolinos, hemos elegido para ello un lugar simbólico, que representa, por muchas circunstancias, el gran reto de la regeneración urbana. Les hablo de la Plaza Adolfo Suárez, en pleno corazón del municipio”. detallando que “en este espacio no hay, a día de hoy, ni un solo elemento de sombra, lo que hace que esta plaza se convierta en un lugar hostil durante los meses de verano en las horas centrales del día”.
Y detalló: “Hemos proyectado la instalación de un total de ocho pérgolas biométricas y dos lonas tensadas que van a crear espacios de sombra específicos para mejorar el tránsito y la estancia en este espacio. Las pérgolas, al ser biométricas, pueden adaptar su superficie, de tal forma que sean estancas cuando llueva o que permitan dejar pasar el aire cuando así se requiera. Además, las lonas tensadas se situarán justo encima de los dos parques infantiles que hay en la plaza, garantizando sombra en estos espacios tan demandados y usados por la población infantil del entorno. Por último –agregó–, esta actuación también conlleva un impacto social, ya que estamos hablando de una zona degradada desde un punto de vista estético y funcional, y que requiere de una pronta regeneración”.
“Estoy convencida –concluyó la alcaldesa de Torremolinos– de que con esta actuación, que conlleva una inversión de 215.000 euros, financiados en su mayor parte por esta Consejería, conseguiremos hacer de la plaza Adolfo Suárez, un lugar mucho más amable para todos los ciudadanos”.