El Ayuntamiento de Torremolinos, con la alcaldesa, Margarita del Cid, al frente, coordinó un amplio operativo para dar respuesta a las incidencias causadas en el municipio por las fuertes lluvias caídas como consecuencia de la DANA que acabó afectando a buena parte de la geografía española, aunque con especial gravedad sobre todo en el levante.
Según los datos registrados en la estación meteorológica de Torremolinos, en el municipio se registraron en 24 horas 82,25 litros, llegándose a alcanzar los 31,40 litros en solo una hora, concretamente entre las 6,00 y las 7,00 de la mañana.
El mayor número de daños se produjo en el paseo marítimo, más concretamente en una de las zonas más afectadas: la desembocadura de Arroyo Saltillo, en La Carihuela, donde se registraron numerosos desperfectos.
La cantidad de agua caída en pocas horas hizo que muchas arquetas saltaran al no poder contener la fuerza del torrente, por lo que fueron necesarios trabajos de limpieza y señalización, para evitar accidentes.
Uno de los puntos más conflictivos en este sentido fue la Avenida de Benyamina, donde parte del embovedado saltó debido al enorme empuje de la corriente de agua, mientras que los Servicios Operativos se afanaban en la retirada de árboles con importantes daños, e incluso riesgo de caída, habiendo sido necesarios igualmente trabajos de saneamiento y señalización en zonas como Calle Carlos Cano, Calle Cruz o Plaza Vicente Aleixandre.
Paralelamente, efectivos de la empresa municipal LITOSA volcaron todos sus esfuerzos en diferentes puntos del municipio, donde su acción fue determinante para restituir la normalidad y evitar daños.
Así, en la Calle Decano José Gómez Rando se procedió a la colocación de diferentes sacas de tierra para evitar que las olas del mar rompieran sobre la base de un chiringuito. Además, se trabajó en el baldeo y eliminación de barro en el tramo de paseo marítimo desde la Calle Decano José Gómez Rando hasta el límite con Benalmádena, una actuación que también hubo de llevarse a cabo en dirección a Málaga.
La acumulación de cieno, barro y tierra también obligó a intensos trabajos de retirada de sedimentos y baldeo en otros puntos del municipio, como Calle Peligro, Plaza del Lido, Calle Pinillo Norte y Calle Bachiller de Palma, trabajos éstos que tuvieron que repetirse en la carretera de Benalmádena y en Calle Decano Juan de Hoyos.
Asimismo, en el marco de este despliegue de medios municipales, y ante la intensidad de las lluvias en algunos momentos, también se llevaron a cabo diversas tareas en el Arroyo de Carlos Cano, donde se saneó la zona de cañas y sedimentos acumulados, a fin de evitar atoros que pudieran derivar en inundaciones.
Como es lógico, en esta situación también fue muy notable la acumulación de cañas y restos arrastrados por las aguas hasta las playas del municipio, donde los efectivos de LITOSA volvieron a actuar con posterioridad, cuando se produjo la bajada de la marea.
ASELIMSA también tuvo trabajo extra en esta complicada jornada, y personal de la misma intervino en el Centro de Interpretación Turística, donde se produjo una importante inundación.
En todo caso, pese a los numerosos desperfectos causados por la lluvia, los bomberos no registraron incidentes de especial gravedad, más allá de la necesidad de rescatar a varias personas que se encontraban atrapadas en el interior de sus vehículos en balsas de agua, aunque en general de poca profundidad, como ocurrió en Camino del Pinillo, Calle Salgareño o Calle Costa Rica.
Por otro lado, en la N340, a la altura de Carrefour, los bomberos tuvieron que intervenir al generarse una gran balsa de agua que obligó a la Policía Local a desviar temporalmente el tráfico por otra vía en esa zona de El Pinillo. Además, también fue necesaria otra actuación similar como respuesta a las balsas de agua habidas en Calle Borbollón.
Por lo demás, entre el resto de actuaciones llevadas a cabo por el Cuerpo de Bomberos de Torremolinos se incluyeron las llevadas a cabo por inundaciones en el Hotel Don Pedro y en unas cinco viviendas, donde se anegaron patios y sótanos.
Centros escolares
Por otra parte, la situación vivida por la incidencia de la DANA en la zona de Torremolinos también obligó a prestar atención a los centros escolares, en algunos de los cuales también se produjeron incidencias de diverso tipo.
En concreto, en el CEIP Mar Argentea el agua inundó el gimnasio y algunas aulas, invadiendo igualmente parte del patio y bloqueando algunas arquetas, afectando también a un ascensor, que quedó pendiente de reparación.
A su vez, en el caso del CEIP Atenea, tanto la entrada al colegio como los patios de Infantil quedaron anegados, por lo que los operativos trabajaron intensamente para evacuar el agua y abrir una canaleta que aliviara la acumulación de agua, habiéndose producido también atoros en arquetas del patio.
Otros de los centros escolares en los que hubo que actuar para hacer frente a las inundaciones de los patios o algunas dependencias de los mismos fueron el CEIP San Miguel y el CEIP Benyamina, donde fueron varios los atoros de las arquetas y, en este último, también se registraron filtraciones de agua en el gimnasio.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantiene elevó la alerta que afectaba a Torremolinos al nivel rojo hasta las 15,00 horas, estando previstas precipitaciones acumuladas en una hora que se presumía que podían alcanzar los 30 litros por metro cuadrado, así como lluvias acumuladas en 12 horas, que incluso podían llegar a alcanzar los 120 litros, manteniéndose la alerta amarilla durante toda la madrugada del miércoles por riesgo de fuertes tormentas.
A partir de entonces, por fortuna, la situación meteorológica en el municipio fue mejorando, hasta el punto de que AEMET rebajó la alerta a nivel amarillo y, sucesivamente, fueron reduciéndose los riesgos de fuertes lluvias en el municipio, aunque persistiendo el riesgo de tormentas.