El Teatro Cánovas de Málaga abre de nuevo sus puertas, tras año y medio en pausa por una reforma integral, y lo hace con un espectáculo donde maridan compañías malagueñas jóvenes y emergentes como Colectivo Premohs, Mitad Doble y Upe Romo y compañías de reconocido prestigio nacional e internacional de la talla de Espejo Negro o Vaivén Circo y la colaboración especial de Toni Zenet.
Sus propuestas se irán presentando de forma sucesiva: comenzarán en la plaza del Teatro, continuará en el interior y terminará con un gran concierto.
En concreto, la cita será el miércoles, 27 de noviembre, a partir de las 18.00 y con entrada libre hasta completar aforo en la Sala A. Tras esta fiesta de inauguración, la temporada escénica arrancará de la mano del dramaturgo argentino Pablo Messiez y su obra ‘Los gestos’, que estarán en la Sala A del renovado Cánovas los días 29 y 30 de noviembre a partir de las 20.00.
El espacio escénico de la Consejería de Cultura y Deporte, gestionado a través de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, vuelve con un aire renovado, no solo estéticamente, también en su programación, enfocada ahora a todos los públicos.
El ‘Ciclo de Teatro, Música y Danza para niños, niñas y jóvenes’, así como los proyectos ‘Z: Navegantes’ y ‘Teatro Fácil’ son algunas de las iniciativas que se pondrán en escena durante los próximos meses en el coliseo de la plaza de El Ejido.
Asimismo, habrá talleres en colaboración con la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de titularidad pública y se conformará como espacio para residencias de artistas.
Nueva temporada
El autor de ‘Los gestos’, o la obra con la que vuelve la temporada cultural al Cánovas, define su trabajo como «un intento de ver cómo piensa el teatro, de qué está hecho, cuál es su lógica propia».
Este montaje, que ya ha pasado por los teatros Alhambra de Granada y Central de Sevilla, comenzó a gestarse en Roma, donde Messiez llevó a cabo una residencia artística enmarcada dentro del convenio de colaboración entre el Centro Dramático Nacional y la Academia de Roma.
La capital italiana «terminó siendo una parte fundamental de la obra. Por un lado, por ser una ciudad en la que conviven tiempos superpuestos. Y por otro, por cuestiones más azarosas, como coincidir mi estancia allí con una serie de muestras de homenaje a Pasolini por el 100 aniversario de su nacimiento. Su obra y su figura también han sido determinantes en la escritura», señala.
Así, la cultura italiana está, pues, presentes en la escena, en lo sonoro y en lo visual. Los personajes habitan rincones de la ciudad que se construye sobre las tablas: un espacio circular, abandonado, que recuerda a la basílica di Santo Stefano Rotondo de Roma. Aquí Topazia (Fernanda Orazi) quiere poner un bar. Sergio (Emilio Tomé), director de escena fan de Pasolini y novio de Topazia, la acompaña en la empresa.
Aunque a él le interesa hacer teatro. También hay un pianista muy joven (Manuel Egozkue) que toca en el piano siempre la misma pieza, y un muchacho con ojos de terror antiguo (Nacho Sánchez) que vivía escondido en las ruinas. A ellos se suma una mujer mayor (Elena Córdoba), que parece que no habla, pero hablará. A todos les pasa lo mismo. Algo en ese espacio hace que sean tomados por gestos ajenos. Como si se tratase de un virus cada vez más poderoso, los cuerpos son movidos hacia formas ajenas e imprevistas.
Todos forman parte de «la historia de un grupo de personas atrapadas en un espacio en donde las cosas se repiten y lo propio se vuelve ajeno». La propuesta, que huye de la representación realista, pone el foco en los gestos como catalizador de la interpretación y de la reflexión en torno a la idiosincrasia de las artes escénicas.
«Me interesa ver en cada obra dónde está su teatralidad. Intentar entender cómo piensa el teatro. Que es bien distinto a cómo piensan el cine o la literatura», ha afirmado el autor y director. Como herramientas de trabajo figuran la repetición y la superposición.
El elenco artístico lo completan Mariana Tirantte (escenografía), Carlos Marquerie (iluminación), Cecilia Molano (vestuario), Elena Córdoba (a cargo de la coreografía, además de intérprete en la pieza), Lorena Álvarez y Óscar G. Villegas (espacio sonoro) y David Benito (vídeo).
Las entradas para las funciones del fin de semana están disponibles en la página web del Teatro Cánovas (www.teatrocanovas.es) y una hora antes de la función en las taquillas físicas del teatro.