El Gobierno considera que el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, acudió al notario a registrar una conversación con la jefa de Gabinete del ministro Óscar López para tener una baza con la que defenderse, en caso de que le quisieran descabalgar del liderazgo del partido. Señalan además que se trata de una decisión estúpida porque le perjudica a él y al resto de implicados y le ven «atrapado» después de negarse a dimitir.
Esta es la explicación que encuentran algunos miembros del Ejecutivo a la decisión del líder de los socialistas madrileños, que el pasado mes de marzo recibió de Pilar Sánchez Acera el correo electrónico con los datos personales del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por los que se investiga una presunta revelación de secretos desde la Fiscalía General del Estado.
Sánchez Acera es la mano derecha de López, que en ese momento ejercía como jefe de Gabinete del presidente Pedro Sánchez, pero Lobato decidió acudir al notario varios meses después, en noviembre, una vez que se inició la investigación judicial por revelación de secretos contra el fiscal general, Álvaro García Ortiz.
Lobato alegó que lo hizo para dejar acreditado que el documento que había recibido provenía de los medios de comunicación y no se trataba de una filtración del Ministerio Público, pero en Moncloa piensan que fue una estrategia para protegerse o poder presionar si trataban de apartarle.
Choques con Ferraz
Los choques entre Lobato y la dirección federal del PSOE han sido múltiples por diferencias en asuntos clave como la amnistía o la financiación singular para Cataluña, en los que ha marcado perfil propio, en ocasiones alejada de la línea oficial marcada por Ferraz. Estas desavenencias han alimentado la posibilidad de que Ferraz promocione a un candidato alternativo para desbancarle, algo que a día de hoy se da por seguro.
Además, las fuentes gubernamentales consultadas tratan de desvincular a Moncloa y a Óscar López y señalan que el intercambio de mensajes entre Lobato y Sánchez Acera se circunscribe al ámbito del PSOE de Madrid, en su condición de secretaria de Institucional en la Ejecutiva autonómica del partido. Piensan además que no habrá ningún elemento incriminatorio en ellos.
El propio Lobato ha explicado los mensajes en este sentido, ha venido remarcando que Moncloa no le presionó para que utilizase el correo electrónico contra Ayuso sino que fue una sugerencia de una integrante de su dirección autonómica con la que suele preparar las sesiones de control en la Asamblea de Madrid.
«Hacerse la víctima»
En todo caso consideran que el hecho de acudir al notario a registrar esa conversación y la consecuencias posteriores, revelan una decisión «estúpida» por parte de Lobato en la que nadie sale beneficiado. Le perjudica a él y perjudica a otros, según indican.
Otro integrante del Ejecutivo critica a su vez la negativa de Lobato a dimitir y se muestra sorprendido por este último movimiento. Así, le reprocha que haya intentado «hacerse la víctima» y no haya dado ninguna explicación adicional que le permita salir de la situación en la que se encuentra.
Consideran por tanto que Lobato se ha quedado «atrapado» y no ha hecho nada más para salir de ese punto. Aunque descartan algún movimiento de la dirección federal del PSOE para apartarle antes del Congreso Federal de este mismo fin de semana