El edil de Parques y Jardines, Juan Olea, detalló ayer a los medios de comunicación las tareas de limpieza a fondo que se han realizado en el Parque de la Paloma, así como en la zona del lago situada frente a la Biblioteca de Arroyo de la Miel. Olea enfatizó que este equipo de gobierno, liderado por Juan Antonio Lara, sigue trabajando “por y para mejorar nuestro parque, un enclave único en la Costa del Sol y un pulmón verde para toda la provincia que, entre todos, debemos cuidar”.
El edil subrayó que esta zona “arrastraba años acumulando suciedad, que en ocasiones aparece fruto de la propia naturaleza”, lo que ha obligado a realizar trabajos en profundidad con el objetivo de sanear todas las plantas acuáticas que habitan en el perímetro de este enclave.
Además, desde el área de Parques y Jardines “se ha realizado una entresaca de todos los bambúes que decoran las zonas perimetrales, al igual que se han revisado y han puesto al día las bombas impulsoras de las cascadas de agua”.
Agua regenerada
“Tenemos que recordar que este emblemático parque se riega solo y exclusivamente con agua regenerada, lo que permite cuidar hasta la última gota de nuestros recursos hídricos, gracias a una gestión realizada con el cambio de gobierno que permitió lograr todos los permisos como una de las principales medidas adoptadas para hacer frente a la dura sequía”, concluyó Olea.
El Parque de La Paloma ha sido objeto también de varias acciones de embellecimiento en los últimos meses, como la instalación de un banco gigante frente a uno de los lagos como un atractivo más para que visitantes y turistas se lleven un recuerdo del parque.
También se ha convertido una de sus fuentes en un estanque de nenúfares, plantas acuáticas que se mantienen enraizadas en el fondo, teniendo las hojas y las flores en superficie. Se han plantado de dos tipos: 15 resistentes europeos y 30 tropicales. Junto a estas, también se han plantado otras plantas acuáticas denominadas palustres, las cuales viven en las riberas de los espejos de agua y de los ríos.
