Aldama Supremo

Aldama dice al Supremo que hubo hasta 4 millones en comisiones por obras y que una parte era para el PSOE

Entrega copias de conversaciones de Whatsapp y no ha apuntado a nadie nuevo del Gobierno en su declaración como investigado ante el juez

El presunto conseguidor del ‘caso Koldo’, el empresario Víctor de Aldama, ha afirmado este lunes en su declaración como imputado ante el juez que indaga en la presunta trama en el Tribunal Supremo (TS) que se pagaron entre 3,5 y 4 millones de euros en comisiones por la adjudicación de obras públicas, unas supuestas mordidas que ha detallado que se repartían con el ex ministro de Transportes José Luis Ábalos, su ex asesor ministerial Koldo García y también con el PSOE.

Así lo ha trasladado al instructor Leopoldo Puente durante las más de tres horas que ha durado su comparecencia, según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press. Es la segunda vez que el empresario declara en sede judicial por el denominado ‘caso Koldo’, aunque en la ocasión anterior el Supremo aún no había asumido la competencia, por lo que habló ante el juez del caso en la Audiencia Nacional (AN), Ismael Moreno.

Las fuentes presentes en el interrogatorio indican que De Aldama ha confirmado lo declarado anteriormente, tanto verbalmente como por escrito en sendos tribunales y, en concreto, ha sostenido que llegaron a moverse entre 3,5 y 4 millones de euros en comisiones para la adjudicación de contratos de obra pública y que, de éstas, había una parte para él mismo, una para Ábalos y otra para Koldo. También había comisión para el PSOE, según dice que le contó el propio Koldo.

Aldama ha llegado a decir que hacía el papel de recaudador. Por cada contrato se pedía una comisión de entre el 1% y el 1,5%, aunque ha aclarado que también había «hitos» por adjudicación, ejecución o modificación. Y de ese total se hacía el reparto. Como ni Ábalos ni el PSOE podían pedir el dinero directamente, él se encargaba de recabarlo y repartirlo, ha sostenido.

Interrogado sobre la existencia de un «cupo» con empresas constructoras que, según dijo en la Audiencia Nacional, desató el enfado del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, porque la presunta trama se estaba metiendo en un terreno ya repartido, ha reiterado que era así y ha mencionado a Acciona y otras empresas del sector.

El empresario ha mostrado unos pantallazos de WhatsApp con los que pretendía probar el juego de mordidas y adjudicaciones. Según ha adelantado al TS, aportará un escrito con copias de varias conversaciones de Whatsapp. Las fuentes consultadas precisan que uno de los mensajes sería un pantallazo de un manuscrito que, conforme ha defendido, es de Koldo y recoge obras a adjudicar.

Pisos

El presunto conseguidor del ‘caso Koldo’ ha insistido nuevamente en que también hubo pagos en especie. En este sentido, ha aclarado que, además del piso en la calle Atocha de Madrid, donde dijo que el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, iba a reunirse con gente, había otros dos –en el Barrio de Salamanca y en el Barrio Justicia–, cuyos alquileres pagaba por Airbnb y a los que acudían Torres y Ábalos en compañía de «señoritas».

En la misma línea, ha reiterado lo puesto por escrito sobre que compró un piso en el Paseo de la Castellana de Madrid por 1,9 millones de euros que tenía como objetivo ser una especie de «garantía» para Ábalos de parte de las empresas constructoras que tenían contratos de obra pública preadjudicados. No obstante, ha comentado que tenía un ‘okupa’.

Cabe recordar también que el empresario ya señaló en el pasado un cuarto piso, el de la Plaza España de Madrid, ocupado por doña JRG, que mantenía una «relación particular» con el ex ministro de Transportes. De Aldama ha añadido este lunes que incluso le pagó los estudios a la entonces novia de Ábalos.

Planta noble del Ministerio

Sobre los pagos en efectivo, esta vez Aldama ha especificado que dio 175.000 euros en mano a Ábalos en varias tandas, y que para hacer estas entregas de dinero acudía tanto a la vivienda del entonces dirigente socialista como al Ministerio. En total, ha incidido en que al ex ‘número tres’ del PSOE le dio unos 450.000 euros en metálico y a Koldo unos 200.000.

De Aldama ha situado su relación con Koldo y Ábalos un año antes del estallido de la pandemia de coronavirus, a raíz de ese viaje a México de febrero de 2019 por el que –conforme declaró en la AN– el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se hizo una foto con él en agradecimiento de sus gestiones, las cuales habrían permitido hacerse con la obra del llamado ‘tren maya’.

Sin embargo, fue en plena pandemia cuando ya la confianza era tal que entraba a Transportes por la puerta del ministro y subía a la planta noble. De hecho, ha detallado que el entonces secretario general de Puertos del Estado, Álvaro Sánchez Manzanares –imputado en la AN–, enmarcaba a De Aldama más en el Ministerio que en Soluciones de Gestión, la empresa que logró los contratos de material sanitario.

Respecto a la compra de mascarillas, ha enunciado numerosos problemas, desde el supuesto enfado en Puertos del Estado porque Koldo habría desviado las primeras que llegaron a Transportes, Interior y Correos, hasta que desde los gobiernos de Torres en Canarias y Francina Armengol en Baleares se denunció que habían recibido un material defectuoso y que pidió a Ábalos que intercediera con ambos para arreglarlo y que así lo habría hecho.

Tráfico de influencias

Preguntado sobre nuevos nombres, De Aldama ha contado que llegó un momento que pagaba comisiones para que Ábalos le abriera la puerta de otras administraciones y ministerios, en lo que ha definido él mismo como un claro tráfico de influencias.

En particular, ha comentado que pidió ver a las entonces ministras de Industria y Transición Ecológica, Reyes Maroto y Teresa Ribera, respectivamente. Ha mencionado igualmente al entonces director de Carreteras, con quien ha declarado que trataba directamente las licitaciones y adjudicaciones.

Sobre esto, ha puesto de relieve que Koldo presionaba mucho a la que en ese momento era presidenta de ADIF, Isabel Pardo de Vera, por las licitaciones y las adjudicaciones.

De Aldama ha descrito su relación con Pardo de Vera como asidua, hasta el punto de que ha manifestado que ella le llegó a trasladar sus quejas sobre el asesor ministerial. Le dijo, según su relato, que estaba cansada de la situación porque no podía ser que una empresa que quedaba la última se llevara el contrato.

Así se ha manifestado De Aldama durante su comparecencia judicial, a la que ha llegado en un coche acompañado de su abogado y del dueño de la empresa Desokupa, Daniel Esteve, que también ha ido a recogerle al Palacio de las Salesas.

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