Alcaldes, concejales y técnicos de una treintena de municipios del espacio metropolitano de Málaga han participado en el Foro Málaga Metrópolis Global, concebido por la Fundación Ciedes como punto de encuentro, diálogo y toma de decisiones a escala supramunicipal ante retos y asuntos prioritarios que deben ser afrontados de manera conjunta en materias como el agua, la financiación municipal o la disponibilidad de suelo para viviendas, oficinas o uso logístico.
Así, este martes han presentado sus conclusiones para la puesta en marcha de acciones conjuntas en gestión del agua. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación, Francisco Salado; y la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Patricia Navarro, han participado en esta sesión a la que han sido invitados regidores y técnicos de ayuntamientos de la provincia.
En esta reunión, los técnicos municipales y los expertos en agua han planteado sus conclusiones y propuestas tras el trabajo realizado desde el mes de febrero en torno a cuestiones como la explotación de las fuentes de suministro, las aguas regeneradas, las infraestructuras, las tarifas y las ordenanzas, coordinación municipal y concienciación ciudadana.
Carta del Agua
Los alcaldes han acordado en un documento, al que han llamado Carta del Agua, un conjunto de conclusiones y propuestas; reflexiones compartidas; necesidades y problemas detectados; retos a corto y medio plazo, así como posibles actuaciones sobre las que se seguirá profundizando de forma consensuada.
Entre las reflexiones compartidas destacan la gravedad de la situación de sequía y escasez hídrica en el espacio metropolitano; la ausencia de un modelo de desarrollo territorial que establezca parámetros conjuntos respecto al uso de los recursos básicos y que ayude a equilibrar la oferta y la demanda; la necesidad de considerar el agua como un bien común que requiere un uso solidario, responsable y que garantice el acceso a todas las personas y sectores; garantizar que el desarrollo del espacio metropolitano depende de la gestión del ciclo integral del agua con criterios de sostenibilidad ambiental.
Para alcanzar estos retos, precisan, se considera «necesario y urgente» trabajar de forma coordinada y de la mano con las administraciones y el sector privado, con todo tipo de colectivos y toda la ciudadanía.
La carta recoge las necesidades y los problemas detectados, como «la ausencia de un inventario claro, transparente y digitalizado» de los recursos existentes y el «gran desconocimiento» de la situación de los acuíferos y la mejor manera de recargarlos.
Así, han incidido en que es necesario tener un diagnóstico profundo y multidisciplinar de la situación del recurso del agua por las distintas zonas del territorio y en cada municipio ya que, por ejemplo, no existe un control y vigilancia suficiente de las captaciones subterráneas.
Por otra parte, se ha puesto de manifiesto la antigüedad de las redes de abastecimiento y saneamiento y la necesidad de contar con nutridas inversiones para poder actualizarlas.
Han advertido de que existen numerosas fugas, fraudes, subconteos y otras prácticas que requieren actuaciones de digitalización y modernización para poder controlarlas.
Por ello, han añadido que es necesario tener una unidad de criterios, procedimientos, ordenanzas, tarifas y canales de comunicación para conectar con la ciudadanía. Las tarifas establecidas no permiten recuperar realmente los costes del servicio en muchos casos, y aún menos las inversiones necesarias en infraestructuras.
Asimismo, han señalado que hace falta conocer la demanda del recurso presente y futura, para lo cual hay que saber las necesidades de cada municipio y de los distintos sectores económicos.
Finalmente, proponen crear una estructura de colaboración técnica de carácter permanente que ayude a diagnosticar, identificar y resolver problemas y proyectar soluciones a futuro.
Actuaciones
Los retos a corto y medio plazo que se plantean en la Carta del Agua, para poder abordar de forma eficiente y eficaz la gestión de los recursos hídricos, se basan en reducir el consumo en todos los sectores y controlar las pérdidas en redes, analizar la demanda y optimizar el recurso.
Por otra parte, se propone incrementar el uso del agua regenerada en todos los sectores y municipios; garantizar las interconexiones entre fuentes de suministro e incrementar la oferta disponible con nuevas infraestructuras.
El sistema tarifario es otro punto «fundamental». Así, han añadido que es necesario diseñarlo de forma conjunta, garantizar la existencia de medidas de justicia social en el suministro, al tiempo que unificar ordenanzas, procedimientos y criterios de actuación. «Es necesario ampliar la transparencia, información, concienciación y participación de la ciudadanía y, sobre todo, mantener estructuras de colaboración que permitan llegar mejor preparados a la próxima sequía».
Tras este análisis, se han planteado una serie de actuaciones que facilitarán la consecución de los objetivos planteados. En concreto, en cuanto al plan de actuación han aludido a la elaboración del diagnóstico de los municipios, con la detección de las medidas necesarias a corto y medio plazo, la asignación de responsables y su puesta en marcha.
También al diseño de una estrategia conjunta de uso de las distintas fuentes de suministro por zonas geográficas y sectores económicos; la definición de un plan de actuación conjunto con inversiones a corto y medio plazo, con un análisis de costes y sus fórmulas de financiación; y la elaboración de estudios y proyectos de nuevas interconexiones.
En relación con las interconexiones han incidido en la mejora de la conexión Costa del Sol Occidental – Málaga – Costa del Sol Oriental; ampliación de la ETAP de Pilones y su red de distribución; interconexión del valle del Guadalhorce con la futura ETAP Pilones; mejora de las conexiones entre Campo de Gibraltar y la Costa del Sol Occidental; estudio de posibles conexiones de la Costa del Sol Oriental con la cuenca del río Guadalfeo (embalses de Bezmar-Rules) o desde la cabecera del río Genil (embalse de Bermejales); conexión de la vega de Antequera con el embalse de Iznájar; entre otros.
Por otro lado, abogan por la elaboración de estudios y proyectos de nuevos recursos potenciales, como los embalses, fluyentes, subterráneos y desalados: Embalse de Gibralmedina, recrecido de la Concepción, presa de Cerro Blanco; sistema de riego con agua regenerada del Bajo Guadalhorce; desaladoras de la Axarquía, Mijas, Estepona; entre otro; la digitalización de las redes de abastecimiento y saneamiento, y control estricto de las fugas y su reparación y la vigilancia, control y sanción del uso y del abuso del consumo de agua en todos los sectores.
También en el marco del plan de actuación están los planes de ahorro de agua y fomento del uso de agua regenerada en los municipios y planes directores de gestión de agua regenerada por las operadoras; la mejora de la calidad de los efluentes en las depuradoras para facilitar su regeneración; el mantenimiento de grupos de trabajo técnico que aúnen el trabajo de actores públicos, privados y sociales; y la elaboración de guías, buenas prácticas y recursos que ayuden a preparar la documentación necesaria para cumplir con los procedimientos administrativos.
