La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Torremolinos ya está de nuevo en casa, después de haber protagonizado un camino “histórico” en esta Romería de Pentecostés 2024.
Han sido sin duda días inolvidables de un estreno de peregrinación como Hermandad Filial de la de Almonte pleno de momentos entrañables y, sobre todo, preñados de fe y emoción, cuyo punto final por este año fue el discreto y solemne momento de la restitución del Simpecado a su lugar en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen.
La llegada del Simpecado de la Hermandad del Rocío de Torremolinos a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, tras el Camino a la aldea de Almonte y su encuentro con la Imagen de la Blanca Paloma, el colectivo descansa ya de unas jornadas intensas y, desde luego, históricas, en la medida en que se trató de la primera vez que la Hermandad protagonizaba una peregrinación al Rocío como Hermandad Filial.
Aunque han sido muchos los momentos especiales vividos en los últimos días, sin duda tuvo especial intensidad aquel en el que la Virgen del Rocío y el Pastorcito Divino visitaban por fin la Hermandad, en la Avenida de los Ánsares 216, horas después de un nuevo salto a la reja pletórico de fe y tradición.
Fue quizás el “broche de oro” después de que los hermanos torremolinenses hubieran vivido un camino marcado por la emoción en sus diferentes etapas; con el inolvidable Rosario de Hermandades, la esperada Misa Pontifical y el impresionante momento del salto a la reja que fue preludio de la multitudinaria procesión de la Imagen por la aldea del Rocío con la consiguiente locura de fe colectiva.
