La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha alertado de que el cambio climático está propiciando la existencia de incendios en períodos fuera del verano y considera que «hemos entrado en un terreno inexplorado» porque «el cambio climático inducido por las actividades humanas nos ha dejado en los últimos años situaciones extremas no antes registradas, como la que estamos inmersos este año».
Mediante un hilo en ‘X’ (antes Twitter), AEMET ha recordado que los tres grandes incendios de 2023 y de este año se han registrado fuera del verano: al principio de la primavera en el caso del de Villanueva de Viver y Tàrbena y en mitad del otoño en el de Montitxelvo, los tres después de «tres anómalos periodos muy secos y muy cálidos».
Así, incendio forestal de Villanueva de Viver «se desarrolló tras un periodo muy seco y anormalmente cálido que dio lugar a que la capa superficial del suelo estuviese muy seca en el 100% del territorio», ha explicado la agencia estatal.
El incendio forestal de Montitxelvo también se desarrolló en unas condiciones de gran sequedad y calor anómalo. «En aquellos momentos, en noviembre de 2023, estábamos al principio de este anómalo y prolongado periodo extremadamente cálido y seco que aún continúa», ha relatado la Aemet.
Sin embargo, hay una «gran diferencia» entre estos dos incendios y el de Tàrbena. Los primeros se desarrollaron en condiciones meteorológicas «muy adversas, con vientos terrales de poniente fuertes», mientras que el de Tàrbena se ha desarrollado con «una situación poco favorable para una rápida propagación».
«Con la gran sequedad del terreno, los índices de ignición son altos, pero con viento flojo y brisas, la propagación de los incendios no es muy alta, ya que las condiciones meteorológicas no favorecen esa rápida propagación. La situación de viento flojo y brisas, como las del domingo, es la típica de gran parte de los días de primavera y verano en nuestro territorio y, con temperaturas inferiores a 30 ºC, no suelen ser condiciones de rápida propagación de incendios», ha expuesto.
Desde el pasado 1 de octubre, la Comunitat Valenciana encadena seis meses y medio «sin precedentes en cuanto déficit de lluvia y anomalía cálida en la Comunitat Valenciana» y, además, con diferencia respecto al segundo periodo seco y cálido.
Además, ha apuntado a que 2023 en su conjunto también fue un año «extremadamente cálido, el segundo más cálido tras 2022, y extremadamente seco, el más seco de los últimos 40 años en la Comunitat Valenciana».
Asimismo, «nos encontramos con un nuevo escenario de fenómenos extremos compuestos que también es una de las consecuencias del cambio climático, en el que se presentan al menos dos situaciones adversas simultáneamente. En este caso, calor anómalo y sequía meteorológica».
De hecho, han recogido la predicción del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU, que considera que estos episodios extremos compuestos «son probablemente ya más frecuentes por el cambio climático». «Y, con alta probabilidad, la ocurrencia simultánea de olas de calor y sequías en nuestro entorno geográfico irá en aumento», han advertido.
Igualmente, ha agregado que el problema es que el estado fenológico y de estrés hídrico de la vegetación «en estos momentos es un factor permanente, no una variable y, a corto plazo y sin lluvias a la vista, esta situación va a permanecer o empeorar».