El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha situado este lunes los feminicidios, el último de los cuales lo sufrió María Celeste este pasado domingo en Estepa (Sevilla), y que ha llamado «machismo criminal», como «la más grave amenaza al modelo de sociedad por el que hemos luchado, un ataque al corazón de nuestro modelo».
Ha alertado de un fenómeno como el comportamiento machista entre los jóvenes, por lo que ha avisado sobre actitudes en esa franja de edad cuando «pensábamos erradicados, que no son propios del siglo XXI, de ningún siglo, cuando la sociedad ha cambiado se repiten estereotipos que son terribles en una edad temprana». En este punto ha hablado de «pesar y preocupación».
Son argumentos que ha empleado Moreno durante el acto institucional con motivo del Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, que se ha desarrollado en la explanada exterior del Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta.
En ese sentido ha abogado como padre por estar alerta de esos comportamientos «en nuestros hijos o que nuestra hija acepte ese comportamiento» para proponerse «cortar de raíz» esas actitudes.
El acto ha contado con la asistencia del Gobierno andaluz en pleno, del presidente del Parlamento de Andalucía, Jesús Aguirre, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, así como una representación de los grupos parlamentarios y entre las cuales figuraba también la diputada de Vox Cristina Alejandra Jiménez. La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López, ha dado lectura al manifiesto institucional del 25N.
Moreno, que se vio precedido en el uso de la palabra por la presidenta y creadora de la Fundación Ana Bella, ha arrancado su intervención con un recuerdo para la última víctima de la violencia machista, para proclamar que «ahora y siempre estará en nuestros pensamientos», tanto ella como sus hijos.
El presidente de la Junta de Andalucía, que se ha declarado emocionado por la presencia en el acto de «todos los estamentos», en alusión a los poderes judicial, legislativo y ejecutivo, además de a «la Andalucía de a pie», por el hecho de estar todos congregados por «un mismo dolor y el afán del triunfo de la civilización y el fin de la violencia contra las mujeres».
Moreno ha reconocido que, pese a su condición de presidente andaluz y que por ello tenía acceso a más información, en el acto había escuchado «datos que no conocía, no soy conocedor de algunas de las cifras», para inferir entonces de ello que podría ser la causa de que «parte de la sociedad no ha empatizado lo suficiente con esta situación» de la violencia machista.
El presidente andaluz se ha declarado partidario de «darle voz a las víctimas» por cuanto ha planteado que «su intervención es más importante que la que yo pueda tener como representante de los andaluces», convencido de que son testimonios «que conmueven, mueven conciencias», en tanto que la pretensión última es que «nos alinean con un solo objetivo como es evitar un asesinato más por las parejas, por las exparejas».
Moreno ha situado esos testimonios de las víctimas supervivientes de la violencia de género como «una lección de coraje, de dignidad y esperanza» y ha considerado que «un gran paso sería una sociedad andaluza unida» al esgrimir que «si todos somos las víctimas ellas dejaran de serlo».
Ha defendido la premisa de que las víctimas de la violencia machista «no viven en un mundo aparte», para apuntar aquí su cercanía por cuanto pueden ser «las compañeras de trabajo, una vecina, la conocida con que nos cruzamos todos los días».
Con un balance sobre la mesa del que ha hablado Moreno, con 10 víctimas andaluzas de las 41 reconocidas en estos momentos en España, así como otros dos menores asesinados y siete huérfanos, ha hablado de «un compromiso férreo» del Gobierno andaluz al respecto con la aspiración de «no dejar un solo resquicio abierto al maltrato» y ha hablado entonces de una estrategia de sensibilización para «actuar contra la violencia física, psicológica, sexual, vicaria, y digital».
El presidente del Gobierno andaluz ha apelado al hecho de que «Andalucía tiene un peso importante, una responsabilidad importante en liderar políticas» en este ámbito y seguidamente ha declarado al Ejecutivo autonómico «dispuesto a ser punta de lanza» en las medidas para contrarrestar la violencia machista.
En su mensaje final ha apostado por «nuestro deber de alcanzar una sociedad libre de violencia machista», antes de declararse «convencido de que lo podemos lograr» y para ello «pondremos todo nuestro empeño».