Como por fortuna ocurriera los precedentes Viernes de Dolores y Martes Santo, la tan deseada lluvia, también enemiga de nuestra Semana Santa, fue generosa con la Semana de Pasión en Torremolinos y permitió, en un feliz paréntesis de los aguaceros, el cumplimiento del desfile procesional de los Sagrados Titulares correspondientes al Viernes Santo de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno; María Santísima de los Dolores; Jesús a Su Entrada en Jerusalén y Santa María Reina de la Paz
La comitiva inició su estación de penitencia media hora antes de lo inicialmente previsto, habiendo acortado su itinerario con la supresión de la subida a “El Calvario”, “dada la previsión de lluvias para las 23,00 horas”, según anuncio previo de la Cofradía a través de un comunicado.
El caso es que, siempre mirando al cielo, la procesión partió de la Iglesia Madre del Buen Consejo, con su Nazareno portado por 95 hombres y acompañado por la Agrupación Musical “Las Flores, de Málaga, mientras que la Imagen de la Virgen de los Dolores fue cargada por 85 hombres de trono y acompañada por la Agrupación Musical de la Veracruz, de Palma del Río (Córdoba).
La inestabilidad meteorológica, justo es decirlo, no restó un ápice de brillantez y emoción a este esperado viernes procesional, en el que quedó patente la seriedad y el buen hacer de una Cofradía que viene siendo la parte esencial de la Semana Santa de Torremolinos desde hace más de 40 años, demostrando siempre la máxima devoción, plasmada en la entrega cada año de sus más de 500 hermanos, liderados en la actualidad por la Hermana Mayor Lourdes Farfán Rueda.
La solemnidad y orden con la que se desarrolló la procesión marcó esta jornada de Viernes Santo, seguida con respeto por numeroso público, tanto vecinos como visitantes de otros puntos de la geografía española y extranjeros, que no quisieron perderse el cumplimiento de esta tradición, y todo pese a la seria amenaza de lluvia.
Destacar, además, que este Viernes Santo se dieron también algunas singularidades bastante más felices que los chubascos, como por ejemplo el hecho de que, desde el pasado 17 de febrero, María Santísima de los Dolores luce un bello broche valenciano de perlas naturales bañado en oro, donado por Álvaro Perogil y Adrián Alcántara, así como la Medalla de San Miguel, Patrón de Torremolinos, traída desde Roma.
A ello se sumó igualmente el estreno en procesión de las estrellas bordadas en oro en el manto de la Virgen, donadas cada una de ellas por sus devotos.
La Hermana Mayor, Francisca Lourdes Farfán Rueda, y su Junta de Gobierno, hicieron público un comunicado, una vez concluida la procesión, en el que, expresaron su agradecimiento “a todo el cortejo con una multitud de personas, desde la cruz guía hasta la feligresía, bandas de música @amcarmencalahonda y @bspuertollano, representaciones de Cofradías, Hermandades y Corporación Municipal, junto a nuestra alcaldesa, que a muy pesar según las previsiones meteorológicas se adelantó la lluvia y en ningún momento abandonaron el cortejo, todos acompañando con máximo respeto a nuestros Titulares y portadores y portadoras, mayordomos y capataces con entereza. Un gran esfuerzo de que todos, aún mojados, llegásemos juntos y unidos. Los acompañamos y adoramos hasta la hora que debían haberse encerrado, viviendo una tarde noche diferente pero muy especial en hermandad, fraternidad y mucho amor a nuestros Titulares. Por todo ello, desde esta Junta de Gobierno, solo nos queda decir gracias. Comienza una nueva cuenta atrás para volver a vivir otra estación de penitencia que cada año recobra la pasión de Jesús y la misericordia de Su Bendita Madre. Gracias por todo vuestro cariño y un fuerte abrazo a Torremolinos. ¡Viva la cofradía de ‘Los Dolores!”.
En síntesis, una jornada inolvidable que refrendó el rotundo apego de Torremolinos a sus tradiciones y sentimientos más arraigados, entre los que sin duda ocupa un lugar primordial la Semana Santa.
