Tres marroquíes han conseguido fugarse al salir de la sala de asilo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas que custodia agentes de la Policía Nacional, la segunda fuga que se registra en estas instalaciones en menos de una semana aprovechando un butrón en las dependencias.
La última fuga se ha registrado esta pasada madrugada y la han protagonizado seis migrantes de origen marroquí, tres los cuales fueron interceptados por la Policía, según ha denunciado el sindicato JUPOL en un comunicado remitido a Europa Press.
Fuentes del Ministerio del Interior han confirmado que continúa la búsqueda de tres ciudadanos marroquíes tras conseguir fugarse en las últimas horas de la sala de asilo de Barajas. La semana pasada también se produjo la fuga de otros cuatro marroquíes.
Tras esta nueva fuga, JUPOL ha reclamado medidas urgentes para solucionar la «situación de inseguridad» de las salas de inadmitidos del aeropuerto madrileño ya que, según han constatado, se han fugado por el mismo agujero que usaron la semana pasada otro grupo de solicitantes de asilo para escapar de la custodia policial.
Anterior fuga
Según JUPOL, se trata de una «brecha en la instalación que no ha sido reparada ni por parte del Ministerio del Interior ni por AENA, propietaria de las instalaciones».
Este fin de semana, JUPOL denunció en sus redes sociales las insuficientes medidas de seguridad en las salas de asilo de Barajas. «No se repara los desperfectos tras la última fuga y dos sillas y una escoba hacen de separación física», se quejaron, difundiendo la imagen propia de un «país tercermundista».
El pasado miércoles, se produjo la fuga de otros cuatro solicitantes de asilo con pasaporte marroquí aprovechando un butrón en el techo, por lo que consiguieron salir por los conductos de la ventilación y abandonar el aeropuerto de Barajas.
El pasado mes de enero, sindicatos de la Policía Nacional denunciaron otra fuga, esta vez de casi 30 solicitantes de asilo de origen magrebí. Las organizaciones policiales advirtieron de los «riesgos para la seguridad aérea» porque algunos de los migrantes llegaron a acceder a las pistas del aeropuerto tras romper el cristal de una de las ventanas de la sala de asilo.
Saharauis
Desde hace algo menos de un mes, un grupo de saharauis procedente de Marruecos se encuentra en Barajas a la espera de que les concedan el asilo o sean retornados, llegándose algunos a poner en huelga de hambre días atrás en señal de protesta.
Los problemas derivados de los solicitantes de asilo que piden protección cuando hacen escala en Barajas provocó hace meses la intervención del Gobierno para evitar el colapso de las instalaciones ante la llegada de ciudadanos de diferentes países africanos, entre ellos Mauritania, Senegal, Kenia o Marruecos. En algunos casos, se han implantado visados de tránsito para evitar que se produzcan fraudes al hacer escala en Madrid.
Precisamente el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró la semana pasada en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que mantienen una «comunicación, coordinación y cooperación permanente» con ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, para estudiar «individualmente» cada petición de asilo de los saharauis, «en caso de que proceda» el reconocimiento de protección internacional o, en caso contrario, autorizar las expulsiones.
Grande-Marlaska ha subrayado que la decisión que adopte el Gobierno sobre los saharauis en Barajas se lleva a cabo con la «tutela final y definitiva del Poder Judicial», ya que es un juez quien finalmente avala la resolución que apruebe el Ministerio del Interior.
Sumar y Podemos han criticado al Gobierno al entender que no acoge a este grupo de personas para «no molestar» a Marruecos. Desde la defensa del grupo de saharauis también se ha denunciado casos de devoluciones de ciudadanos que ingresarían en prisión si son expulsados de España.