El pueblo de Torremolinos se entregó una vez más sin recato a su tradicional Romería de San Miguel, que fue una “explosión” de color y alegría como el mejor prólogo de la Feria que está a punto de comenzar. Unas 200.000 personas, vecinos y turistas, rivalizaron a la hora de dar a esta multitudinaria jornada toda la brillantez esperada en un día en el que tampoco faltaron los aliados del sol y de una muy agradable temperatura.
Torremolinos vivió un año más con enorme intensidad su singular Romería de San Miguel, que supuso de nuevo el mejor prólogo a una Feria que arrancará oficialmente mañana con el pregón de la periodista María Casado. Decenas de miles de vecinos y visitantes se entregaron a la fiesta desde el mismo momento en que la comitiva, una explosión de alegría y tipismo, inició su camino de mañana en la Avenida de los Manantiales.
Después vino un recorrido marcado como siempre por el cante y el baile de quienes, acompañando a sus respectivas carretas representativas de asociaciones y colectivos, se entregaban a la fiesta y la convivencia conformando un universo sinigual que dejaba boquiabiertos a tantos miles de turistas que repetían experiencia o no salía de su asombro al vivirla por primera vez. Las 59 carretas, 16 tiradas por bueyes y 43 por tractores, iba cubriendo el itinerario inundando de color y alegría cada calle y cada plaza, todos siguiendo a la carreta protagonista central de esta verdadera locura colectiva: la que portaba la Imagen del Patrón San Miguel, el motivo e inspirador de estas fechas emblemáticas para Torremolinos.
Ya en el pinar de Los Manantiales, donde persistía la prohibición de mayo de 2009 de encender fuego para la preparación de alimentos, el manto verde natural y la música envolvieron más bello que nunca este universo de color y ganas de diversión, que se prolongó hasta muy superada la espléndida tarde, en la que tampoco faltaron los momentos de profunda fe y sentimiento en la Misa de Romeros, en la explanada de la ermita de San Miguel, también escenario después de las sucesivas actuaciones Carlos Bravo, “Callejón” y ·Cantores de Híspalis”, seguidas por la muchedumbre con gran animación.
Y otro año más, la Romería de San Miguel de Torremolinos, que no por casualidad fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, fue una celebración marcada por la sana convivencia, la simpatía, el buen ambiente y, en fin, la ausencia de incidentes reseñables. Fue. como debe ser, una gran fiesta en paz y feliz convivencia, digno preludio a los próximos días en los que el pueblo de Torremolinos, y numerosísimos visitantes de la más variada procedencia, vivirán también el “espectáculo” embriagador de una Feria participativa y, sobre todo, abierta a todos, en la que la igualdad y la inclusión representan principios irrenunciables de la celebración en torno al Patrón.
Un año más también hubo el tradicional Concurso de Carretas y Tractores de la Romería de San Miguel, cuyos ganadores se conocerán durante los días de Feria, una vez ya superada la resaca de una Romería que contó con un amplio y eficaz dispositivo de seguridad formado por Policía Local, Bomberos y Protección Civil.
Asimismo, como durante la feria, en la Romería se instaló un “Punto Violeta y Arcoiris” para sensibilización sobre la violencia de género y, en su caso, atención ante cualquier eventualidad de esta naturaleza, de la que no constan a día de hoy. En síntesis, Torremolinos deja atrás ya esta bella tradición que el domingo fue una explosión de alegría y color y que cada año concita mayor relevancia y atractivo, también como reclamo turístico, para, en muy pocas horas, afrontar una Feria de San Miguel cuyo desarrollo, ojalá, sea también un gran éxito en todos los órdenes, como lo fue el domingo la Romería.