Soldador en un taller

España demanda ingenieros, personal de hostelería y personas formadas en oficios

 

La gran parte de las autonomías en España demandan profesionales del sector tecnológico, ingenieros, técnicos de mantenimiento, técnicos de calidad, personal de hostelería, electromecánicos, personas formadas en oficios, operarios especializados, administrativos, dependientes y agentes telefónicos.

Según el ‘Informe sobre Perfiles más demandados’ de Adecco, la falta de ciertos perfiles para cubrir determinados puestos se ha convertido en un problema que se acentúa cada vez más en España.

El 44,8% de los empresarios y directivos consultados creen que esta escasez de talento se debe a la falta de perfiles acordes a los puestos que realmente se necesitan cubrir, mientras que otro 35% habla de falta de formación adecuada.

Entre los problemas, el déficit de talento supone la existencia de segmentos de población activa con estudios básicos con pocas opciones de empleabilidad, la falta de suficiente penetración de una formación tan empleable como es la Formación Profesional (FP) o la falta de suficientes profesionales en ámbitos que no paran de crecer, como pueden ser las ingenierías, las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) o los perfiles tecnológicos, entre otros.

Relevo generacional

Otra causa destacada tiene que ver con la falta de relevo generacional en algunos sectores menos atractivos para los jóvenes, como pueden ser la construcción o ciertas ramas industriales donde los profesionales capacitados están retirándose, pero no hay una generación más joven que les sustituya, o la brecha de género en profesiones tecnológicas o industriales.

En menor medida, en el informe se apunta a reticencias a la movilidad geográfica interna, lo que limita los flujos de personas entre territorios donde un tipo de talento destaca sobre otro o en áreas, como la llamada España vaciada, a donde es más difícil conseguir que las personas se desplacen.

En el caso de Andalucía se buscan desde perfiles tecnológicos, especialmente en zonas como Sevilla y Málaga, a operarios agrarios y conductores, pero sobre todo de cara a estos meses, profesionales de la hostelería y el turismo, uno de los motores económicos de la comunidad.

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